martes, 10 de noviembre de 2009

viernes, 30 de octubre de 2009

LA LIMUSINA

¿Qué es una Limusina?
Lujo, extravagancia, derroche, comodidad e inclusive utilidad..la limusina un auto completo
Por Red Blogia, en 15 de Octubre de 2008
Una limusina es uno de esos artículos inevitablemente relacionados a la riqueza económica, una extravagancia de uso exclusivo de élites ubicadas en las posiciones más altas del escalafón socio-económico mundial. Estrellas de cine, presidentes, empresarios multimillonarios, todos tienen o han tenido alguna vez una – o varias – limusinas.
Limousine Lincoln Town Car Stretch Desde principios de siglo la idea de transportarse en un automóvil de lujo fascinó a las sociedades occidentales y a medida que la tecnología de la industria automotriz fue creciendo y avanzando, sus usos y posibilidades fueron haciéndose también cada vez mayores. Hoy podemos ver limusinas con jacuzzis, piscinas y hasta mini campos de golf, sin hablar de las ilimitadas comodidades que pueden hacer de una “limo” una lujosa suite de hotel rodante.
El origen del vehículo se remonta a los exclusivos carruajes tirados por caballos que se utilizaban durante la segunda mitad del siglo 19, en los que las encopetadas familias de sociedad se trasladaban a los bailes de nobleza, salones, restaurantes, etc. En Limousin, región ubicada en la zona centro-sur de Francia, se desarrolló un aparejo para proteger al conductor de la lluvia o el viento, llamado “limousine”, que era una cubierta que funcionaba como techo.
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Como sabemos, los carruajes eran conducidos por personas especialmente preparadas para este trabajo, denominados “chauffeur”. Esta palabra, castellanizada desde hace ya muchos años como “chofer”, se usa en la actualidad para referirse a cualquier conductor que trabaja manejando un automóvil que no es de su propiedad, ya sea al servicio de una persona, de una familia o de una empresa.
Las primeras limusinas motorizadas, surgieron como reemplazo de los carruajes tirados por caballos una vez que la locomoción motorizada comenzó a extenderse en el mundo occidental y por ende, se inició “la cultura de las limosinas”, asociadas permanentemente al lujo extremo. Desde su aparición a principios del siglo 20, el chauffeur de la limusina conduce en un compartimiento con una división que lo separa de los pasajeros, quienes van en la parte de atrás conversando, relajándose, mientras el conductor hace su trabajo.
Una de las primeras limousines en 1908 Quizás la figura del chauffeur sea una de las aportaciones más notables de las primeras limusinas al mundo de los automóviles. El chofer de una limosina es todo un personaje que puede trabajar durante décadas con la persona poseedora del auto.
En múltiples obras teatrales, literarias y cinematográficas se ha utilizado la típica estampa del chofer atento, culto, servicial y leal, que conoce todas las idas y venidas de sus jefes y que, con absoluta discreción, se mantiene impertérrito ante las cosas que suceden detrás del vidrio separador. La clásica imagen del chofer, de guantes blancos, atildado uniforme negro y modales de altísima calidad personal abriendo las puertas de una larguísima limosina, es una de las más recurrentes para graficar un viaje en este artículo de extremo lujo.
Tradicionalmente, las limusinas tenían la extensión de un sedan grande. Una distancia mayor entre las ruedas delanteras y traseras y una longitud más amplia permite que el compartimiento de atrás tenga dos filas de asientos ubicadas una frente a la otra, de manera que los pasajeros (que pueden ser tres o cuatro por fila) puedan sentarse mirándose las caras, extendiendo las piernas y viajando de lo más cómodos.
Los asientos que le dan la espalda al conductor pueden retraerse cuando no son utilizados, aumentando el espacio. Al lado del conductor pueden ubicarse hasta dos personas más, de ser el caso. Aunque en realidad no hay un promedio fijo de la cantidad de personas que pueden abordar una “limo” (término que se utiliza en los EE.UU. para referirse al vehículo) ya que en el universo de las limosinas modernas, éstas son construidas a pedido del usuario, de modo que sus capacidades pueden ser ilimitados.
El país con mayor producción de limusinas, tal y como las conocemos ahora, son los EE.UU. con fábricas como Licoln, Cadillac y Hummer como las más emblemáticas dentro de un mercado potencial que incluye gobernantes, empresarios multimillonarios, familias reales, personalidades del cine, la música y del jet-set internacional. Su atractivo no está en su potencia o en su velocidad sino en las “amenidades” que son capaces de ofrecer.

En países de Latinoamérica es común ver limosinas antiguas, de los años 50s o 60s, utilizadas en alquiler por empresas que pueden ir desde agencias de bodas (para el tradicional paseo de las parejas de recién casados) hasta funerarias (para trasladar a familias enteras del velatorio al cementerio). Pero en ciudades del primer mundo como New York, es un verdadero espectáculo contemplar una enorme limosina detenida en una luz roja. Los transeúntes – en especial los niños y adolescentes – asoman sus cabezas por las lunas polarizadas tratando de descubrir qué artista o personaje famoso va dentro.
La limusina más extravagante del mundo apareció en 1997. Fue construida por la Ultra Coachbuilders sobre la base de un modelo clásico de Lincoln a pedido para el Sheik Hamad Bin Hamdan Al-Nahayan de los Emiratos Árabes Unidos para que la use durante sus visitas a los EE.UU. La limosina figura en el Libro de Records Guinness como el vehículo legal más largo en circulación.
Este vehículo tiene aproximadamente 30 metros de largo y una capacidad para 36 personas cómodamente sentadas. Equipada con cuatro televisores, terminales para computadora con conexiones a Internet y un sistema de aire acondicionado más grande que el de una casa de familia promedio. Su mobiliario incluye cristalería fina, acabados en mármol y porcelana de China. Está construida en dos bloques con una división en el medio que le permite doblar las esquinas. Además, según las necesidades del Sheik, la parte de atrás puede ser desmontada de manera que se convierte en una limosina de 15 metros de largo.
Vini Bergeman, fundador de Ultra, tiene más de 25 años de experiencia construyendo limusinas exóticas: “Las limusinas más extrañas del mundo han salido de mi fábrica. Fui el primero en colocar un jacuzzi en ellas y el primero en poner un mini-golf. Soy dueño de una fábrica de juguetes, convierto los sueños más salvajes de estos niños-adultos en realidad”.

LA LIMUSINA




Una limusina es uno de esos artículos inevitablemente relacionados a la riqueza económica, una extravagancia de uso exclusivo de élites ubicadas en las posiciones más altas del escalafón socio-económico mundial. Estrellas de cine, presidentes, empresarios multimillonarios, todos tienen o han tenido alguna vez una – o varias – limusinas.
Limousine Lincoln Town Car Stretch – imagen obtenida de
Wikimedia, autor: Thomas doerfer.
Desde principios de siglo la idea de transportarse en un automóvil de lujo fascinó a las sociedades occidentales y a medida que la tecnología de la industria automotriz fue creciendo y avanzando, sus usos y posibilidades fueron haciéndose también cada vez mayores. Hoy podemos ver limusinas con jacuzzis, piscinas y hasta mini campos de golf, sin hablar de las ilimitadas comodidades que pueden hacer de una “limo” una lujosa suite de hotel rodante.
El origen del vehículo se remonta a los exclusivos carruajes tirados por caballos que se utilizaban durante la segunda mitad del siglo 19, en los que las encopetadas familias de sociedad se trasladaban a los bailes de nobleza, salones, restaurantes, etc. En
Limousin, región ubicada en la zona centro-sur de Francia, se desarrolló un aparejo para proteger al conductor de la lluvia o el viento, llamado “limousine”, que era una cubierta que funcionaba como techo.
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Como sabemos, los carruajes eran conducidos por personas especialmente preparadas para este trabajo, denominados “chauffeur”. Esta palabra, castellanizada desde hace ya muchos años como “chofer”, se usa en la actualidad para referirse a cualquier conductor que trabaja manejando un automóvil que no es de su propiedad, ya sea al servicio de una persona, de una familia o de una empresa.
Las primeras limusinas motorizadas, surgieron como reemplazo de los carruajes tirados por caballos una vez que la locomoción motorizada comenzó a extenderse en el mundo occidental y por ende, se inició “
la cultura de las limosinas”, asociadas permanentemente al lujo extremo. Desde su aparición a principios del siglo 20, el chauffeur de la limusina conduce en un compartimiento con una división que lo separa de los pasajeros, quienes van en la parte de atrás conversando, relajándose, mientras el conductor hace su trabajo.

Una de las primeras limousines en 1908 – imagen obtenida de
Wikimedia, imagen original subida por Tillman a Wikipedia en inglés.
Quizás la figura del chauffeur sea una de las aportaciones más notables de las primeras limusinas al mundo de los automóviles. El chofer de una limosina es todo un personaje que puede trabajar durante décadas con la persona poseedora del auto.
En múltiples obras teatrales, literarias y cinematográficas se ha utilizado la típica estampa del chofer atento, culto, servicial y leal, que conoce todas las idas y venidas de sus jefes y que, con absoluta discreción, se mantiene impertérrito ante las cosas que suceden detrás del vidrio separador. La clásica imagen del chofer, de
guantes blancos, atildado uniforme negro y modales de altísima calidad personal abriendo las puertas de una larguísima limosina, es una de las más recurrentes para graficar un viaje en este artículo de extremo lujo.
Tradicionalmente, las limusinas tenían la extensión de un sedan grande. Una distancia mayor entre las ruedas delanteras y traseras y una longitud más amplia permite que el compartimiento de atrás tenga dos filas de asientos ubicadas una frente a la otra, de manera que los pasajeros (que pueden ser tres o cuatro por fila) puedan sentarse mirándose las caras, extendiendo las piernas y viajando de lo más cómodos.
Limousine Cadillac Deville – imagen obtenida de
Wikimedia, autor: Enrico Stirl a.k.a. Germaneon.
Los asientos que le dan la espalda al conductor pueden retraerse cuando no son utilizados, aumentando el espacio. Al lado del conductor pueden ubicarse hasta dos personas más, de ser el caso. Aunque en realidad no hay un promedio fijo de la cantidad de personas que pueden abordar una “limo” (término que se utiliza en los EE.UU. para referirse al vehículo) ya que en el universo de las limosinas modernas, éstas son construidas a pedido del usuario, de modo que sus capacidades pueden ser ilimitados.
El país con mayor producción de limusinas, tal y como las conocemos ahora, son los EE.UU. con fábricas como
Licoln, Cadillac y Hummer como las más emblemáticas dentro de un mercado potencial que incluye gobernantes, empresarios multimillonarios, familias reales, personalidades del cine, la música y del jet-set internacional. Su atractivo no está en su potencia o en su velocidad sino en las “amenidades” que son capaces de ofrecer.
Limousine Lincoln (1998-2002) – imagen obtenida de
Wikimedia, autor: IFCAR.
En países de Latinoamérica es común ver limosinas antiguas, de los años 50s o 60s, utilizadas en alquiler por empresas que pueden ir desde agencias de bodas (para el tradicional paseo de las parejas de recién casados) hasta funerarias (para trasladar a familias enteras del velatorio al cementerio). Pero en ciudades del primer mundo como New York, es un verdadero espectáculo contemplar una enorme limosina detenida en una luz roja. Los transeúntes – en especial los niños y adolescentes – asoman sus cabezas por las lunas polarizadas tratando de descubrir qué artista o personaje famoso va dentro.
La limusina más extravagante del mundo apareció en 1997. Fue construida por la Ultra
Coachbuilders sobre la base de un modelo clásico de Lincoln a pedido para el Sheik Hamad Bin Hamdan Al-Nahayan de los Emiratos Árabes Unidos para que la use durante sus visitas a los EE.UU. La limosina figura en el Libro de Records Guinness como el vehículo legal más largo en circulación.
Este vehículo tiene aproximadamente 30 metros de largo y una capacidad para 36 personas cómodamente sentadas. Equipada con cuatro televisores, terminales para computadora con conexiones a Internet y un sistema de aire acondicionado más grande que el de una casa de familia promedio. Su mobiliario incluye cristalería fina, acabados en mármol y porcelana de China. Está construida en dos bloques con una división en el medio que le permite doblar las esquinas. Además, según las necesidades del Sheik, la parte de atrás puede ser desmontada de manera que se convierte en una limosina de 15 metros de largo.
Vini Bergeman, fundador de Ultra, tiene más de 25 años de experiencia construyendo limusinas exóticas: “Las limusinas más extrañas del mundo han salido de mi fábrica. Fui el primero en colocar un jacuzzi en ellas y el primero en poner un mini-golf. Soy dueño de una fábrica de juguetes, convierto los sueños más salvajes de estos niños-adultos en realidad”.